Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
BEJALTIK
F. Darinel
Tu palabra es una lámpara para mis pasos,
y una luz en mi camino
Sal 119 (Nun 105)
SEGURIDAD
LOS CAMINOS DE HOY
La confianza tiene como uno de sus tantos sinónimos de la palabra fe; y he de confesarles amables lectores, que quizá por lo que significa, pero más por lo que entraña esta palabra, me parece una de las palabras más bellas de nuestro idioma.
No estoy en el talante de Octavio Paz, quien creía que calcetín es una de las palabras más bonitas y hermosas de nuestro idioma, no por su significado o por el injusto uso cognitivo que se le da a la misma, como él afirmaba, sino por su belleza fonética, es decir lo bien que se oye, suena y se pronuncia.
Por eso digo que yo no estoy en ese talante, en el de la belleza fonética, sino por el significado y la implicación que la palabra fe tiene, pues siendo esta tan pequeña, uno de los monosílabos más chicos, a pesar de ello su fuerza y trascendencia es tan grande que demuestra que su pequeñez gráfica es signo de humilde poder, ya que lo que genera es realmente muy grande.
Y si no es cierto lo que apunto, reflexionen Ustedes, amables lectores, cuánto ha generado esta pequeña palabra a lo largo de la historia, ya que por ella muchas guerras, persecuciones, martirios, hambres, sufrimientos extremos y muerte han ocurrido a lo largo de la vida de la humanidad.
Y quise entrar con este pequeño preámbulo sobre la palabra fe, porque la fe en los tiempos por los que atravesamos pasa por una severa crisis, pues en los asuntos de lo moral, lo social, lo político, lo religioso, lo administrativo, lo legal y todo lo que quieran, esta palabra está en un serio brete.
Por ello la fe cuando se pierde, es muy difícil recuperarla; por citarles un ejemplo local, puedo rememorar el impasse por el que atravesó el Hospital General K de Comitán; María Ignacia Gandulfo, allá a principios del año 2003.
Luego de que ahí murieron más de 30 niños en un solo mes, después de esos tormentosos días de fin del 2002 y principios del 2003, ninguna mujer embarazada a término tenía fe que ahí pudiera parir con seguridad.
Recobrar la confianza o la fe en este hospital y en su personal, por parte de la ciudanía, llevó casi cinco años, para que otra vez se dijera; dentro de los cuales nos contamos mi esposa y este su servidor, pues ahí nacieron mis dos pequeñas hijas, es un hospital seguro y muy responsable, es difícil que un niño ahí muera.
Y en ese talante de recuperación de la fe; y que esta es la otra razón por la que inicié por revisar un poquito de las implicaciones de esta palabra, así como le pasó al hospital, es una situación que también ha experimentado la fiscalía de región, ya desde hace un buen tiempo.
Antes de; y me refiero a tal vez casi tres años a la fecha, la fiscalía de región, desde que así decidió nombrarlo Pablo Salazar y Mariano Herrán Salvati, era un ente más de procuración de justicia, gris y consuetudinariamente, y tradicionalmente, lleno de desconfianza.
Inusitadamente esta fiscalía, de pronto inició a dar los resultados que toda la ciudadanía siempre espera, muchos trámites tradicionalmente lentos y mal tratados normalmente, experimentaron ese principio jurídico de pronta y expedita, así como el darle salida a solicitudes empantanadas.
Pero sobre todo; y claro en el ámbito de la procuración de la justicia, también de pronto muchos delitos que siempre han causado indignación, sobresalto, extrañeza y admiración a ultranza, y que era casi un hecho que quedaban impunes o irresueltos, iniciaron a resolverse y aclararse.
Y en esos aspectos puedo afirmar, que Comitán desde entonces ha sido afortunado jurídicamente, un trabajo que no puedo catalogar de continuidad, porque los actores de esta buena fortuna para la región, cada uno ha trabajado; y sigue trabajando a su muy particular forma de ser.
Así la labor que desempeñó Bonifacio Figueroa, el desempantanamiento de un ingente porcentaje de solicitudes de procuración de justicia y también de desechamiento por parte de Cielo del Carmen Escobar Calderón, así como su eficiente y excelente procuración, han sido el sello de esta Fiscalía Regional, que sigue en esa misma senda.
En esa buena fortuna que ya tenemos; porque un trabajo bueno o malo se truncan por el cambio de inercias, de nueva cuenta se tiene con otro eficaz procurador de justicia en la región, Darinel Niño Alegría, quien ya ha dejado clara su valía.
Ya de un buen tiempo, hasta hace tres días, los robos de motocicletas en nuestra ciudad y en la región vinieron a la alza, y dentro de estas acciones delincuenciales se vieron afectados muchos de nuestros compañeros de oficio, quienes por la facilidad, velocidad, ventajas en el tráfico y en el trabajo, además de la economía, utilizan también este tipo de vehículos.
Al parecer ese fenómeno criminal no tenía mayor repercusión, o por lo menos muchos creyeron que no le interesaba a esta fiscalía, pero en eso de generar u obtener líneas de investigación para dar con delincuentes, es una cuestión a la que nadie tiene acceso, porque eso generaría fuga de información y se echarían a perder muchos procesos de averiguación.
Muchos afectados, por esa caída de su fe o por la falta de ella, o porque no han sabido del cambio que se dio en la procuración de la justicia en la región, y que ha permanecido hasta ahora, a pesar de haber sido víctimas de estos atracos, jamás elevaron o demandaron justicia.
Sin embargo otros muchos afectados sí lo hicieron, sí elevaron su formal querella ante esta fiscalía, lo que generó líneas de investigación que nunca se conocieron, porque en el silencio de la discreción, poco a poco, y con el apoyo de una organización, la carnada surtió el efecto esperado.
Así, coincidentemente, a la par de una manifestación de algunos de los reporteros afectados, que extrañamente al solicitar en esa manifestación la solución a este problema, también aprovecharon para solicitar otras cosas, que no eran precisamente las motos qué raro ¿cómo se les ocurriría pedir otras cosas?
Pero bueno, la cosa es que coincidentemente a este evento, como decía mi Tío Chus; que en paz descanse, cayó la leona, y los frutos de las querellas hechas en tiempo y forma por los afectados, aunado a los esfuerzos de meses atrás de José Juan Osorio y la exigencia, y la excelente procuración de justicia de Darinel Niño Alegría, finalmente rindieron sus frutos.
Porque para entonces, para cuando se hacia esta manifestación, ya habían sido localizados y detenidos a los primeros integrantes, así como al cabecilla de una banda de robamotos, que ya ha sido desmantelada.
Por eso hablar de fe a favor de la Fiscalía de Región, hablar de su buen trabajo y del liderazgo que tiene Niño Alegría en ella ahora, es retomar lo perdido la fe, y saber que gracias a este esfuerzo se iniciaron a recupera los ciclomotores, y que si por alguna razón alguien dijera: yo o nosotros lo recuperamos, entonces empezaré a creer que ha nacido otra corporación policiaca ministerial investigadora.
Pero como eso no es así, y como por lo pronto tenemos resultados; he de terminar parafraseando la famosa frase de los billetes de un dólar gringo, por eso creo que podemos decir: In Darinel we trust.
Es cuanto.